Correr en Casa
Hoy por hoy el hecho de correr en Ecuador es muy representativo para mi, el estar rodeado de caras familiares corriendo en escenarios familiares, en los cuales he pasado muchos años de mi carrera es sumamente especial. En mi caso correr en el Ecuador tenía ciertas particularidades con respecto a otros escenarios de automovilismo y kartismo. Entre estos está el hecho de la lejanía de la pista en la que yo corría con respecto al lugar donde vivía y el colegio en el que estudiaba. Pase muchas horas en la carretera, muchos fines de semana invertidos en competencias y en entrenamientos, ya que claramente este deporte se convirtió en mi prioridad de vida.
Siempre se me hacía muy complicado explicar a la gente de mi entorno que no podría salir un viernes de fiesta por tener carrera al día siguiente. Pero es entonces donde se puede marcar la diferencia y siempre creí firmemente en que con disciplina lograría estar a la altura y diferenciarme del resto durante todas las competencias. Por esto les recomiendo a los pilotos ecuatorianos en desarrollo que siempre recuerden, que la época de adolescente y del colegio es una época donde es fácil perderse, pero en nuestro deporte la diferencia entre el primero y el último está en quien está dispuesto a dar ese extra de esfuerzo.
De igual manera, creo que es digno de aplaudir la gestión de los escenarios de karting que tenemos en el Ecuador, específicamente el kartódromo de Cotopaxi. Ya que la gestión del kartódromo nos permite tener un gran nivel de kartismo a pesar de sus varios a pesar de el gran desafío de la altura. Uno de los desafíos al salir de casa, es el tema de adaptarse a la altura en otras pistas. Ya que en Ecuador, específicamente en el Cotopaxi, corremos a dos mil ochocientos sesenta metros de altura sobre el nivel del mar. Consecuentemente por esto tenías que adaptarte a un auto con mucha más potencia y mucho más torque, ya que en la altura se puede perder hasta un treinta por ciento de potencia del motor. Sin embargo, este nivel que como mencionado mantiene el kartódromo Cotopaxi estuvo presente cuando salí a correr internacionalmente por primera vez a los Estados Unidos. Si bien me faltaba experiencia y existía ese fenómeno de la altura, la modernidad en el formato y en los procesos del kartódromo Cotopaxi me permitió ya estar familiarizado con los motores, neumáticos y chasis permitiendo dar un desempeño muy alto. Finalmente desembocaron en no tener una montaña de adaptación tan grande en el escenario de kartismo internacional.
Por otro lado, tenemos un escenario muy lindo para competencias de automovilismo. Siempre es grato tener la oportunidad de entrenar y competir en el autódromo Jose Tobar Tobar de Yahuarcocha siendo una pista al lado de una laguna que realmente genera un ambiente espectacular. Sin embargo, la realidad de nuestro país en el automovilismo es que estamos unos pasos atrás en comparación con otros países. En otros países tú encuentras pistas de automovilismo, con mucha historia y trayectoria, como si fueran canchas de fútbol en el Ecuador. Por lo que es claro que los chicos con sueños de ser pilotos de automovilismo tienen mucha más accesibilidad. Contrariamente esto no es una crítica, sino un llamado de atención a los pilotos y a las personas encargadas de fomentar este deporte en el país, para que nos apoyemos entre nosotros para llevar la situación automovilística esos pasos más arriba que actualmente estamos careciendo.